Día Internacional del Libro: Mi top 7.

¡Feliz día del Libro a todos!

Aprovechando que es fiesta y que el Pisuerga pasa por Valladolid me he dado una alegría y me he autoregalado un libro que llevaba mucho tiempo queriendo (la segunda parte de El Descubrimiento de las Brujas) y me he decidido a hacer un top 7 de mis libros favoritos, los que recomiendo a todo el mundo, con independencia de que sepa que el género va con ellos o no. 

No están ordenados numéricamente porque me resulta imposible, así que el hecho de que vaya uno antes que otro se debe al orden alfabético y no al que ocupan en mi corazoncito.

Y sí. 

Son siete. Por los siete horrocruxes, porque el siete es un número mágico o porque sencillamente le cogí cariño a la tabla del siete, ahí van, con mi resumen/impresión de la trama de cada uno. Las temáticas predominantes son ciencia-ficción, tres, y fantástico, otros tres, y uno que está a caballo, no llega a ser fantasía pura y dura, más bien casi un cuento con toques de magia.  

El Archivo de las Tormentas, Brandon Sanderson.

Uno de los libros que he leído este año y que han sido una auténtica revelación para mí. Aunque se intuye como una serie de diez libros, confío en Sanderson y en su regularidad para publicar de manera que veré como termina la historia. 

Un mundo en guerra contra un enemigo nuevo, con una ambientación casi feudal (estratos sociales según el color de los ojos y el dan en el que te encuentres, monarquías que gobiernan basándose en un sistema de primer inter pares donde el rey actual no se sabe bien de quién es más marioneta, si del su tío o de los duques del reino, ...) con un sistema de magia como todos los de Sanderson prácticamente científico. 

Un mundo donde sólo las mujeres pueden leer y ser eruditas y que además de los enfrentamientos entre naciones se deben resguardar de las Tormentas, horribles, con una potencia destructora brutal pero necesarias ya que son lo que recarga la energía de sus esferas, esferas que mueven el mundo, siendo a la vez dinero y combutible para la magia.

Si aún no te ha convencido, si el transfondo y la ambientación no te parecen suficientes, el argumento es tan sólido que se mantendría de pie y los personajes tan reales y tan bien construidos que casi que sabes cómo van a reaccionar, cómo van a actuar. Y además, puedes empatizar con ellos.

Lo tiene todo. 

El Juego de Ender, Orson Scott Card.

Todo lo que diga de él es poco. Fue uno de los primeros libros de ciencia-ficción que leí y me llegó al corazón tan rápido que sigue estando en mi mesilla por si me da por releerlo. Es una maravilla del género, escrito brillantemente, tanto que te olvidas casi que los protagonistas son niños de seis a ocho años.

La Tierra está en peligro y en guerra contra una especie extraterrestre, los Insectores, que han intentado colonizar el planeta, exterminándolo todo a su paso, en dos ocasiones y la tercera será la definitiva. La contraofensiva de la Tierra se concentra en el Hegemenón, el gobierno global y la Escuela de Batalla, en el espacio, donde se entrenan a los niños/soldados que habrán de librar la última batalla.

Y en medio de todo, Ender, un tercer hijo (cuando la política global prohíbe, en aras de evitar la superpoblación, más de dos hijos por familia).

El Nombre del Viento, Patrick Rothfuss.

Alta fantasía en un continente, las Cuatro Esquinas de la Civilización, en el que Kvothe se vale de su labia. de su astucia, de su habilidad para tocar el laúd y de su carisma como Edena Ruth para sobrevivir y prosperar sin tener un céntimo.

Se intuye que llegó a lo más alto pero ahora no es más que un posadero en una taberna en un pueblo perdido y desaparecido en el mapa, desde donde contará su historia en el plazo de tres días. 

Escrito que da gusto leerlo, una prosa que en idioma original debe ser una delicia, con una traducción muy cuidada y unos personajes complejos, compactos. Rothfuss ha creado un mundo completo, una historia que me ha hecho reír y llorar y declararme fanática de su forma de escribir nada más terminé el primer libro de la, se supone, trilogía de las Crónicas del Asesino de Reyes. 

La única pega que le pongo es que el autor es de, digamos, escritura relajada, y el tercer libro lleva revisándose desde el inicio de los tiempos, sin tener los lectores apenas una pista de cuándo o cómo saldrá. 

El Señor de los Ladrones, Cornelia Funke. 

Este es uno de los libros d mi infancia y cada vez que lo releo me sigue produciendo las mismas sensaciones dulces de pertenencia al hogar. 

El Señor de los Ladrones narra la aventura de Próspero y Bonifacio, dos huérfanos que ante la perspectiva de ser separados por sus tíos, que sólo quieren adoptar al pequeño y rubio Bo, deciden huir a la ciudad de Venecia, que su madre había mitificado prácticamente para ellos, ciudad en la que serán felices y, lo más importantes, seguirán juntos. 

Harry Potter y el Prisionero de Azkaban, J. K. Rowling.

No creo que tenga mucho que añadir sobre la heptología de Harry Potter. Crecí con ella, la empecé con diez/once años y casi que fui creciendo paralelamente a la publicación de los libros y Harry.

Y de todos ellos, Harry Potter y el Prisionero de Azkaban es mi favorito. 

Hyperion, Dan Simmons. 

Uno de los mejores libros que he leído de ciencia-ficción de todos.

Sigo XXVIII. La humanidad se ha expandido por el espacio dejando atrás a una Tierra moribunda y marchita que ya no era capaz de mantener la vida. El sistema político es una pacífica Hegemonía del Hombre que se expande en toda la Red de Mundos, ayudado por las inteligencias artificiales, que en algún momento se desligaron del control de los hombres pero que coexisten con ellos. La única amenaza de la humanidad son los éxters, que en algún momento fueron humanos pero que renunciaron a la gravedad y a los planetas para vivir permanentemente en el espacio, modificando sus organismos para que esto sea posible y oponiéndose virulentamente a la Red de Mundos.  

En una nave espacial que va al mítico planeta de Hyperion se reúnen siete peregrinos que han conseguido la gracia de ser los últimos peregrinos autorizados por la Iglesia del Alcaudón para ir hasta el planeta. 

Inspirado en un poema de John Keats y en Los Cuentos de Can, por la estructura, Hyperion es prácticamente la narración que hacen cada uno de los peregrinos de su propia historiar y de lo que los ha llevado a ser parte de la última expedición a Hyperion, planeta misterioso y codiciado por todos, antes de que las Tumbas del Tiempo se abran completamente. 

Magnífico. 

Y con unas continuaciones que si bien no están al nivel de Hyperion no lo desmerecen.

Marea Estelar, David Brin.

Los humanos han alcanzado por sí mismos la capacidad de viajar en el espacio y de elevar a criaturas pre-sapientes a la sapiencia (de momento, delfines y chimpancés) pero, oh, sorpresa, el universo no está vacío sino que hay complejas civilizaciones galácticas poblándolo y con una única constante en ellas: todas las especies fueron "elevadas" a la sapiencia por otra especie ya inteligente a la que quedan ligados por un contrato de servidumbre de 100.000 años, que cuando culmina sigue como remanente una especie de relación de dependencia o cortesía de las especies elevadas con sus tutores. 

Y ahí entran los humanos. Lobeznos que aparentemente han alcanzado la sapiencia por sí mismos, a base de tiempo y evolución, sin ningún tipo de modificación genética externa. La galaxia está dividida en dos opiniones, o bien lo consiguieron ellos solos o bien tuvieron unos tutores que desaparecieron. En cualquier caso miran a la Tierra con recelo y este no hace sino aumentar cuando la primera nave tripulada por delfines (neo-fines, los mejores tripulantes de La Civilización de las Cinco Galaxias) se encuentra con lo que parece ser una flota perteneciente a los Progenitores, la mítica raza que elevó a la primera especie.

Entonces es cuando la nave terrestre Streaker tiene que huir de todas las ofensivas de otras razas que quieren apoderarse del secreto de los Progenitores, refugiándose en un planeta en el que encallan y teniendo no sólo que sobrevivir sino que volver a cualquier planeta del Clan Terrestre.

No es sólo lo buena que me parezca a mí la historia específica de Marea Estelar sino que el transfondo, la civilización intergaláctica, las distintas razas cada una con su origen (vegetal, animal, ... ) y su cultura, con las alianzas, los enemigos jurados, las relaciones entre pupilos y tutores, etc. hacen que la primera trilogía de la Elevación me parezca sublime.