Viendo que hoy todo el mundo le da vueltas a las mujeres trabajadoras, poderosas y fuertes y al camino que nos queda desgraciadamente hasta la igualdad me han hecho mojarme, en contra de mi intención de no molestarme demasiado por esas cosas.
Igualdad, que viene siendo no tanto en que los semáforos tengan siluetas masculinas y femeninas sino en que se equiparen los sueldos y se cobre lo mismo, independientemente del sexo, teniendo en cuenta únicamente horas de trabajo, que las bajas por maternidad y por paternidad sean suficientes como para que el hecho de ser padres no se tenga que retrasar indefinidamente o que tengas más problemas en una entrevista de trabajo si estás en la edad de ser madre, ¡igualmente que aquellas que han decido no tener hijos no se vean cuestionadas en su decisión, ni sean tachadas de egoístas ni se piense automáticamente que algo falla y no pueden concebir, ...
Y mil cosas más.
Por supuesto que no hay que desdeñar todo lo que hemos conseguido, hombres y mujeres, como sociedad, lo que hemos avanzado. Nos queda mucho por hacer, claro, pero no hay que centrarse sólo en lo malo. Y la liberación de las ataduras asociadas al sexo no sólo afecta a las mujeres. El día que un hombre pueda llorar sin miedo, por ejemplo, a que se cuestione su sexualidad o se deje de utilizar mariquita como insulto, será un gran día.
Pero como quiero aproximarme a esto desde una manera optimista y bonita, celebrando con autoras que han creado libros que, a mis ojos, son obras maestras, no tanto ya por cómo están escritos sino por los mundos que han sabido crear. Libros que no he leído porque estuvieran escritos por mujeres pero sí porque me han encandilado.
- J. K. Rowling. Ella es la responsable de que generaciones de niños hayan maldecido a Correos, preguntándose si todas las lechuzas estaban criando en Doñana o cuál era la razón de por qué nunca nos llegó la cara de Howgarts. A mí, además, Harry Potter me ha acompañado, coincidiendo en muchos casos mi edad con la de Harry en el momento de publicación de los libros. Me ha hecho atravesar ciudades mágicas, susurrar hechizos mientras movía lápices al compás -es leviosa no leviosááááá- y ha sido la primera autora que me ha tenido pegada a las novedades editoriales para saber cuándo salía el siguiente libro.
- Cornelia Funke. Esta, en su profusión de tipos de libros me ha hecho disfrutar de igual manera cruzando a otros lugares, bien a través de la Voz de los Lectores -haciendo real una fantasía común a todos nosotros, ¿quién no ha soñado con meterse en los libros, en las historias que leía, en vivirlas como un personaje más o en poder sacar a uno para conversar, para ver simplemente si se parecía a cómo lo habíamos imaginado?- con Corazón de Tinta o a través del espejo con la trilogía Reckless, cuyo tercer título se publicará pronto, bien con histprias corrientes, actualización casi del estilo de Los Cinco, con el Club de las Gallinas, donde rodeada de un grupo de amigas que no vivían aventuras fasacinantes pero hacían las mismas cosas que la adolescente media, con instituto, excursiones y amores por ahí (incluyendo el primero enamoramiento homosexual que leí en mi vida y que estaba llevado de manera muy natural, como debe ser, sin que se notara la intención de resaltarlo de la autora). Ha conseguido que me quede pegada a sus palabras y a los preciosos dibujos que ilustras sus libros y que también hay que reconocérselos a Funke.
- Marion Bradley Zimmer. Fantasía, ciencia-ficción, reconstucciones históricas o de leyendas y personajes femeninos fuertes. Muy fuertes. Sí que es cierto que en ocasiones me parece que se abandera demasiado en el empoderamiento de la mujer, pero supongo que hay que tener en cuenta el momento histórico en el que se escribieron. Las Nieblas de Avalon me siguen pareciendo de lo mejor que se ha escrito sobre la leyenda artúrica, una vuelta de tuerca que me hicieron mirar con otros ojos a Ginebra y, sobre todo, a Morgana.
- Anne McCaffrey. Dragones. Otra de las grandes de la ciencia-ficción, que sentó las bases de las relaciones entre los jinetes y sus dragones, el proceso de imprimación mediante el que unen las mentes y crean un vínculo telepático, la orden dragonil que protege y sirrve casi como un estrato superior, no tanto noble como adminsitrativo y jidicial. ¿Os suena? Pues Los Jinetes de Dragón de Pern son anteriores a todo el proceso Eragon. Y no sólo se centran en la fantasía que a priori parece que es el hilo conductor, sino que el fondo de todo son naves espaciales, colonización, viajes en el espacio y en el tiempo y la sabiduría perdida de quienes conquistaron las estrellas. Y claro. La manipulación genética necesaria para crear a los dragones.
Estas son algunas de mis autoras favoritas o al menos de las que he leído más últimamente.
Espero que no me haya quedado demasiado guerrero el post.
Un saludo,
Gafas,
A mi la que mas me gusta el Agatha Christie simplemente porque escribe un misterio muy bueno. Besos
ResponderEliminarA mí Christie no me acaba de convencer, pero porque no soy yo mucho de libros de misterio, aunque sea la Reina de la novela negra. Me entran más por los ojos los misterios tipo nórdicos que los ingleses.
Eliminar¡un beso!
Estoy deseando leer Las nieblas de Avalon, me gusta ver que es de tus favoritos! un beso!
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