I.
En caída libre.
II.
Fragmentos de honor.
III.
Barrayar.
IV.
El aprendiz de
guerrero.
V.
Las montañas de la aflicción.
VI.
El juego de los Vor.
VII.
Cetaganda.
VIII.
Ethan de Athos.
IX.
Laberinto.
X.
Las fronteras del infinto.
XI.
Hermanos de aras.
XII.
Danza de espejos
XIII.
Recuerdos.
XIV.
Komarr.
XV.
Una campaña civil.
XVI.
Regalos de la Feria
de Invierno.
XVII.
Inmunidad
diplomática.
XVIII.
Criopolis.
XIX. Captain Vorpatril's Alliance (noviembre de 2012)
XX. Gentleman Jole and the Red Queen (febrero de 2016).
Autora: Lois McMaster Bujold.
Título: Fragmentos de Honor.
Sinopsis: Cordelia Naismith, de la Fuerza Expedicionaria Betana,
estaba en el lugar y el momento equivocados, incluso llevaba el uniforme que no
debía. Así que su encuentro con Aral Vorkosigan sólo podía ser consecuencia de
una de esas estratagemas tan sórdidas y abundantes en la militarizada sociedad
de Barrayar. Un conjunto de intrigas, traiciones y engaños la conducen a
establecer una paz personal con Aval Vorkosigan, su principal enemigo.
Páginas: 352.
Reseña:
Después
de comentar por twitter la importancia de la ciencia-ficción y la space opera
que derivó en las virtudes de Aral Vorkosigan, personaje fascinante y
muy, muy
humano, volví a la morriña de leer las aventuras de Miles Vorkosigan.
Y a
pesar de que no se puede seguir estrictamente un orden cronológico de
publicación (Bujold publicó simultáneamente tres libros de la saga, Fragmento
de Honor, El aprendiz de guerrero y Ethan de Athos) me decidí por la cronología
interna.
Y el
primero de todos ellos es Fragmentos de Honor. Es un spoiler involuntario, que
deriva casi del título de la saga (las aventuras de Miles Vorkosigan) pero si
no has leído nada de Miles o el mismo libro de Barrayar, quizás no querrías
saber esto.
Spoiler: Fragmentos de Honor, junto con Barrayar, son las dos
únicas novelas dedicadas a los padres de Miles Vorkosigan, a cómo se conocieron
y cómo acabaron viviendo en Barrayar, el planeta que devora a sus hijos. Fin Spoiler.
La
historia se plantea en el futuro, en un universo donde los humanos se han
extendido por la galaxia gracias a la capacidad de usar los agujeros de gusano
para viajar por el espacio, lo que acorta distancias y hace posible los
desplazamientos interplanetarios.
No
hay un gobierno global, sino que cada planeta o sistema planetario está regido
de la manera que estimen (los muy democráticos de la Colonia Beta, las dos
castas, guerreros y HautLores de Cetaganda, maestros de la manipulación
genética, el planeta Athos donde sólo viven hombres, …), comunicados entre sí,
salvando excepciones, como Barrayar, el planeta que se “redescubrió” hace
apenas un siglo y que había estado apartado y oculto de la galaxia durante una
larga Era del Aislamiento, lo que hace que para el resto de la galaxia sean
toscos, anticuados y muy, muy belicosos.
Y en
medio de este percal, en un planeta deshabitado que la comunidad científica
betanesa ha reclamado para fines de exploración, al mando de la que se
encuentra la Capitana Cordelia Naismith, una nave militar barrayaresa irrumpe
en escena, matando a todos los integrantes betaneses que estaban haciendo exploración
de campo, con excepción de Cordelia y del Alférez Duboit, que queda convertido
en prácticamente un vegetal tras ser alcanzado por un disruptor nervioso.
Cordelia
no pierde la calma y se pone en contacto con su nave, a la que ordena salir de
la órbita del planeta para informar del atropello que se ha producido y se
prepara para sobrevivir en un mundo desconocido que apenas estaban comenzando a
estudiar. Y en su periplo acaba siendo la compañera, más o menos involuntaria
de Aral Vorkosigan, el Carnicero de Komarr, militar y barrayarés hasta la
médula, un Vor –los Vor son la aristocracia de Barrayar, una clase superior y
eminentemente militar- quien ha sido víctima de un botín en su nave y al que
han abandonado dándolo por muerto.
Teniendo
un objetivo común, llegar a la base de la nave de Aral para volver a casa, se
unen en lo que a priori es un pacto de no agresión.
Pero
la historia no acaba aquí. No es un relato de Robinson Crusoe en lo que importa
es llegar a la civilización y que termina cuando ambos están de nuevo en
órbita. No, en absoluto. La odisea planetaria es casi una excusa para formar la
pareja de baile de Aral y Cordelia. Sus destinos quedan entrelazados y aunque
se separan vuelven a encontrarse una y otra vez, siempre en bandos opuestos en
la guerra por Escobar (un planeta con una localización estratégicamente
perfecta, muy cercano a la entrada de un agujero de gusano recientemente
descubierto).
Es
una historia de amor. Pero esto no es lo único, es más, puede decirse que ni
siquiera es lo principal. Hay intrigas palaciegas, maquinaciones de un
emperador, espionaje, inteligencia y contra inteligencia, el choque entre dos
culturas, la cerrada Barrayar y la abierta Colonia Beta y la fortaleza de sus
protagonistas, especialmente de Cordelia, una de mis personajes femeninas
favoritas de toda la literatura.
En
este libro se induce la complejidad de su carácter, pero donde despunta y se despliega
completamente es en el siguiente libro. Otra cosa que también me gusta
muchísimo es que los protagonistas y, por ende su historia, tienen madurez
suficiente y ellos mismos se sorprenden de enamorarse, a sus cuarenta y cinco y
treinta muchos años.
Es
un libro que se lee fácil, rápido y que engancha. Tiene su complejidad y sienta
las bases para que veas de dónde saca su coraje Miles. Una novela estupenda
para iniciarse en la ciencia-ficción (no es tan técnica como para echar para
atrás, no peca de explicaciones científicas excesivas y es muy entretenida) o
para continuar a los que ya estaos en las redes espaciales.
Puntuación:
5/6
Pedazo de saga, ¿en serio que te has leido todo? eres mi idola, madre mio yo veo mas de 3 en esta época y ya me costaría empezarla. Besos
ResponderEliminarNo, no. He leído los tres prometo y a partir de ahí ya, salteado. Pero tengo la firme intención de leerlos todos.
EliminarEs una serie tan dinámica que me enganchó desde el primer párrafo.
¡Si te gusta la ciencia ficción rollo space opera, lo recomiendo!
Un besito.